Saturday, October 6, 2012

Let's go living in DK


Puede que un día te llegue la carta de aceptación de Roskilde Universitet o(RUC, como la llaman todos) y pienses: “Pero, qué hago yo con mi vida? ¿Dónde voy a vivir?”. Bueno, yo siempre digo que RUC proveerá pero por si acaso es mejor ser rápido y tener un ojo abierto a otras posibilidades, como un piso en Roskilde o en Copenhague o incluso ciertas residencias estudiantiles. Cito textualmente a la encargada de relaciones internacionales, Maria Hylstofte: “the rooms are allocated after the principlie ‘first come, first served’”. La oferta de RUC, hasta el año pasado, era muy limitada. Vivirán en Rockwool o en Korallen. Este año ha nacido Kolibrien.
Veamos qué es cada cosa. Kolibrien es el nuevo kollegium y por ello debería ser el más divertido y el más fiestero. Pues no. Ventajas: tienen wi-fi. Desventajas: Funciona muy lento. Lo bueno es que la única suciedad que tienen las habitaciones es la del polvo de obra. Lo malo es que al ser tan nueva faltan cosas indispensables, como espejos y elementos de cocina. No llegan a la veintena de estudiantes allí por lo que sólo existe una cocina y una zona común por planta. Todo el mundo tiende a cuidar la cocina, pues no hay otra. Esto es como aquellos anuncios de los 90 sobre ecología de “cuida tu planeta, no tenemos otro”.
Aquella torre de aspecto infernal y pintada de azul es Rockwool. No importa lo terriblemente fea que sea por fuera, lo que importa es lo terriblemente siniestra que son sus escaleras por dentro. Sin embargo el rollo que se marcan es sin duda mejor. Son como una familia dividida en pisos. Rockwool se compone de tres pisos en los que viven cuatro personas cada uno y con cocina y dos baños. Ciertamente es todo más familiar. Internet no es un avance, funciona con cable y se necesita contraseña. No sé en qué mundo vivimos.
Y llegamos a Korallen. ¿Qué voy a decir de Korallen? Pues pestes y cosas buenas también. A pesar de haberse construido en el 2007 la residencia por completo carece de wi-fi. Sólo hay cable. ¿Qué pasa si no tienes cable? Que toca una visita al centro de Roskilde. Lo bueno de Korallen, que estás en frente de la universidad pero su localización es pésima para ir al supermercado. Todavía pienso que deberían poner, desde la parada de tren hasta la residencia, una cinta mecánica que lo hiciera todo más fácil. Realmente Korallen es un caos. Con el tiempo vas sabiendo quién es quién pero hay temporadas en las que dices “¿este es nuevo?”. No, puede que sea tu vecino de al lado pero como nunca sale no lo has visto. Tantos estudiantes resulta fastidioso, puesto que nadie se preocupa de limpiar las cocinas comunes. El lema es que cuando una cocina se ensucia demasiado, es mejor huir a otra. Y esta huida suele ser vertical. Amigo lector, sé consciente de que si vives en Korallen y te ha tocado una de las cocinas del piso bajo estás realmente jodido, es donde más fiestas se hacen. A la gente se le despierta un sentimiento de pereza a la hora de estar de party. Sin embargo, esto ambiente festil ayuda a aquellos que son más tímidos a conocer a mucha gente.
 En cuanto a las habitaciones, Korallen es una lotería. Puede que tu habitación esté plagada de muebles o puede que esté vacía como las iglesias después de Semana Santa. Cada habitación cuenta con un armario con llave en la cocina y un trastero al lado de la puerta. Hay quien se ha encontrado ropa, bicicletas o una X-Box y hay quien no se ha encontrado nada.
Solamente me resta decir que si el campus y sus residencias son tu opción de viviendo, sé valiente, amigo. Sé valiente.

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