Monday, July 30, 2012

Københan her går vi!


Tras una jornada un poco larga, por fin estoy situadísimo en Copenhague. Bueno, hasta mañana que me vaya a Odense. Lo difícil no ha sido despedirse o incluso aguantar el vuelo, lo difícil ha sido arrastrar las tres maletas por las cercanías de Ørestad, zona cercana al aeropuerto y donde descansa mi hotel. Qué asfalto, qué suelo y qué jodido peso.


Es curioso cómo es el mundo de la prensa en Dinamarca. El sensacionalismo les puede y es que el periódico que más he visto leerse y de los pocos que se ofrecían antes de entrar en el avión era BT. En este diario todo es excusa para hacer de algo una tragedia, una chanza o un problema a nivel mundial. El vuelo se ha desarrollado sin más incidentes que el protagonizado cuando, al abrir un pequeño brick de leche (de esos minúsculos monodosis) para mi café, parte del contenido ha saltado al señor que tenía al lado. Por suerte se encontraba dormido pero en cuanto ha despertado y se ha encontrado con que tenía gotas de leche por la ropa y el asiento ha debido de suponer que había sido yo. En fin, qué se le va hacer.

Para atestiguar la fecha, como hacen los famosos, con el periódico del día. En este caso el diario sensacionalista BT (uno de los más leídos en Dinamarca)

En el vuelo había gente de todos los países y con distintos destinos. Al parecer, paraba primero en Copenhague, después en Oslo, a continuación en Estocolmo y finalmente en Helsinki. ¡Qué jaleo! Y por supuesto había gentiles jubilados noruegos, suecos de voz cantarina, daneses con niños (jodidos niños, no me gustan), familias de Latinoamérica, españoles por el mundo, gente americana. Eso era Babel.
Tras aterrizar he buscado el tren que me llevaría a Ørestad. Sólo a dos paradas del aeropuerto, sin embargo, he perdido casi una hora buscándolo y es que no es fácil orientarse. No obstante, una familia danesa al verme perdido me ha dicho “tenemos que coger el mismo tren” y me han acompañado hasta el vagón.


No hubo problema hasta que tuve que mover las maletas. Casi perezco por las calles de Copenhague. Una vez en el hotel, me he pasado por el centro comercial que mencioné en el anterior post. Me he comprado un par de cosas como toalla, móvil y tarjeta SIM. Y después he cenado en el Burger King como si fuera un gordo y me he percatado de que las bandejas en las que te sirven el menú son más pequeñas pero que hay más patatas, aunque de eso no estoy del todo seguro.

2 comments:

  1. Qué bien que ya estés instalado! Sigue contando por aquí... yo también temo el momento arrastrar mi peso en 2-3 maletas por todo un aeropuerto. También esos cielos plomizos que veo por las fotos, jaja!

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  2. jajaja Bueno, yo el miércoles tengo que moverla otra vez para irme a Roskilde. Bueno, esta vez será menos, que ya le he cogido el truco jaja
    Pero lo del tiempo es una locura. Cambia de un momento a otro xD

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