... expliqué la importancia de los EILC, lo que llamé como cursos de preparación lingüística. Estos Erasmus Intensive Language Courses -en su versión extendida- son una buenísima opción para aquellos estudiantes que se marchan a un país sin conocer la lengua de destino. La mayoría de ellos son de iniciación pero también suele haberlos para niveles ligeramente superiores, este año no es el caso. Y es que, señores, la crisis también llega a los Estados del bienestar nórdicos.
En mi caso apunté como primera opción Odense, la Valencia danesa, y de segunda Horsens, una pequeña población del oeste de Jutlandia. Desde la VIA University College de Horsens me admitieron para formar parte de su Summer School, donde tendrían lugar el curso. En mi desesperación previa finalización de exámenes finales vi todo un mundo de posibilidades, sueños y vacaciones por adelantado. El único problema era el de que este año tenían dos opciones de alojamiento: una agradable y otra no tan agradable. Aunque puede que sólo sea mi percepción.
La VIA University College ofrecía unos pisos para estudiantes en los que compartes con tus compañeros baño, cocina y demás facilities. "Es perfecto", dije para mí. Y como alternativa, este año habían introducido la idea de dormir en un campamento de verano arreglado en el campus de la universidad. Esto es tiendas de campaña.
He de reconocer que nunca he ido de campamento. Mis padres, sufridores por mí, insistían en llevarme y yo gritaba, peleaba y amenazaba con perderme en ellos para hacerles sentirse culpables y así no ir. Era un virgen en el universo campamento, boy scout o incluso en la naturaleza. Con esto no pretendo mostrarme frívolo y como una rata de ciudad que mira con desdeño al ratón de campo, sino reconocer una verdad. Siempre me he movido torpemente fuera de la comodidad, al contrario que mi familia.
Podría haberme acostumbrado a dormir en una tienda de campaña y en su consecuente saco de dormir durante tres semanas. Podría haberme acostumbrado a vivir sin la privacidad de cuatro paredes y una puerta. Incluso podría haberme acostumbrado a asearme y tener el baño en las instalaciones de un gimnasio en el campus. Pero desde luego no podría haber dejado mis tres maletas dentro de una tienda de campaña, expuestas a la humedad cuando llueve y al ataque furtivo de algún ladrón. También podría haber reducido el equipaje pero voy a pasar un año en Dinamarca y aun así creo que siempre llevaré poco, llenando las maletas con "por si...".
Finalmente me vi obligado a decirle "farvel" o "hejhej" (adiós formal e informal en danés) a tan preciada experiencia. Sin embargo, una parte de mi corazón alberga la esperanza de que TietgenSkolen de Odense me acepte. Pobre iluso.
Lo solicitaste en Roskilde? Para mí el EILC fue la mejor parte de la experiencia Erasmus en la universidad. No solo porque ya entablas amistad con los que luego serán tus compañeros durante el resto del año, sino porque las actividades en mi año estuvieron muy bien organizadas. Dale recuerdos a Mads Kirkegaard de mi parte cuando lo conozcas.
ReplyDelete@pikatoust
ReplyDeleteEste año no ofrecían EILC en Roskilde. Ciertamente hubiera sido más práctico. Al final me han admitido en Odense, así que tampoco está mal jaja
Si le veo, le daré recuerdos de tu parte.
Gracias por comentar.
Un saludo.