Para un nominado a estudiante Erasmus los quebraderos de cabeza nunca dejan de crecer y mayores en tamaño y número son si tu universidad de origen es española. No hablemos de si perteneces a la Universidad Complutense y menos aún de si tu facultad es la de Ciencias de la Información.
Si este es tu caso, ten paciencia y muéstrate lo más estoico posible. Tendrás que enfrentarte a algo peor que dragones. Son esas palabras que se oyen por los pasillos de la facultad, como Learning Agreement o Application Form. Aunque superarlo dependerá mucho de tu plan de estudios aquí y allí y del optimismo con que te lo tomes.
Sin embargo, el reto mayor contra el que se enfrenta todo Erasmus es el alojamiento. Bueno, vale, no es lo mismo ser estudiante de intercambio en una universidad portuguesa que serlo en un remoto centro del norte de Noruega, puesto que el problema número uno es el lenguaje. Si tu universidad de origen no te proporciona el alojamiento -pobres ingenuos que así lo crean-, deberás aceptar las opciones que te ofrece la universidad de destino. Generalmente son residencias o pisos de estudiantes cerca del campus o en él, otras veces no. Si no te agradan, siempre te queda buscar por tu cuenta.
(Escribir esto mientras escuchas a Lil Wayne no hace que me centre. Pero, ¿qué hago? ¿Apagarlo? "Ese no es mi estilo, Lisa").
En el país de donde provienen las galletas de mantequilla cuyas cajas las abuelas utilizan para guardar todo el aparejo de costura, encontrar piso es infinitamente complicado. Ármate de paciencia y de un diccionario, puesto que en Internet la mayoría de anuncios están en danés. Y creedme, no es una lengua que se entienda fácilmente. Por tanto deberéis utilizar un traductor o un diccionario para navegar entre las ofertas.
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Os recomiendo el Spansk-dansk dansk-spansk de María Díaz-Varela y Ulla Winding.
Cuenta con los géneros de las palabras, algo bastante escaso en la mayoría de diccionarios. |
Puedo prometer y prometo escribir un post con las páginas webs de búsqueda de vivienda en Dinamarca. Aunque sean muy útiles puedo asegurar que no te garantiza que encuentres lo que buscabas. Puede que pienses "Ah, bueno, yo conozco gente en Dinamarca que puede ayudarme". Y yo diré "qué naíf". Tengo amigos allí y no sólo expatriados, sino también daneses y ellos mismos constatan la dificultad a la hora de buscar piso. Para muestra un botón:
"Regret to say that it is extremely difficult to find an apartment in Denmark. I have just found something now, and it was my aunt's apartment."
"I will write my friend that lives in CPH to see if he knows anything. It's difficult to find furnitured apartments here in DK"
"¿Y esto qué es lo que es?". Una reducidísima parte de horas de conversación vía Facebook.
Por tanto. Nos hallamos con la diatriba Erasmus. ¿Merece la pena tanto sufrimiento por irme un año académico fuera? ¿Se me caerá el pelo si sigo así? Hombre, yo espero que sí, que sí merezca pena, y que no, que no se me siga cayendo el pelo, pues no sé si encontraré champú con biotina por esos lares. Mis consejos son:
1. Ve igualmente a las reuniones informativas de Erasmus. Saldrás casi como entraste pero así no te sentirás culpable.
2. Investiga todo lo que puedas las universidades a las que quieres ir y el proceso de selección de Erasmus así como los requisitos especiales de esas universidades (puede que te sorprendas al ver que los requisitos que había en la convocatoria de tu universidad no son los mismos que los que hay en la de destino).
3. Si todo te sale mal, nunca te enfrentes a las oficinas de relaciones internacionales. No ganarás nada, bueno, sí, que se cabreen.
4. Ahorra. La beca Erasmus, al menos en la Comunidad de Madrid, es precaria hasta producir el vómito.
5. Prepárate mental, física y temporalmente (te faltará tiempo) para tener que arreglar cada inconveniente que surja.
6. Mira siempre tu correo. Nunca sabes cuándo te pueden escribir de la universidad de destino.
7. Sé consciente de tus weak points y de tus notas. Si de verdad quieres irte, puedes elegir destinos que no pida nadie o preparar tu nota media para escoger aquellos por los que la gente se mata.
8. Entérate del tipo de país al que vas. Tus costumbres españolas pueden resultar muy ofensivas y las suyas te lo pueden resultar a ti. Los nórdicos dejarán de ser tan graciosos como los pintaban Pajares y Esteso cuando descubras su obsesiva necesidad de igualdad, sobre todo a la hora de pagar.
9. Intenta integrarte en la sociedad, sobre todo con el idioma. Puede que fuera de nuestras fronteras hablen inglés mejor que nosotros pero eso no te excusa para vivir una English life cuando te encuentras en un non English speaking country. Hay cursos de preparación lingüística antes de comenzar tu aventura Erasmus. No están de más.
10. Permanece abierto a la posibilidad de que de un momento a otro pueda producirse una catástrofe. Tu avión no salga, la oferta que tenías para tu alojamiento ya no existe, la beca que venían ofreciendo este año ha desaparecido por la crisis, etc.
Son sólo unos tips. Seguro que hay doscientos más pero los he escrito de carrerilla, que tengo que ir a comer.